Roberto Gonzalez
El Toboso
Me llevé una muy buena impresión de este pueblo manchego por varias cosas. En primer lugar no esperaba que fuera tan monumental y grande en dimensiones. En segundo lugar la limpieza y mantenimiento me parecieron muy de alabar, y e tercero que sugiere la relación con Don Quijote, sin apabullar como e otras localidades quijotescas, aún siendo cuna de la adorada del Hidalgo. Recomiendo encarecidamente la visita aunque destaquen casi exclusivamente la Casa- Museo de Dulcinea y la enorme iglesia de San Roque.
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