Cristina E Lozano
¡Una barca me está mirando!
Ya no hace falta ir a Marsaxlokk para mirar a los ojos a una barca. En el pequeño embarcadero de Mellihea también podrás hacerlo. Basta con que pasees entre las chalupillas hasta que des con una que te sostenga la mirada. Seguro que alguna se atreverá, aunque no esperes encontrar un ejército de ellas como ocurre en la otra población marinera.
Aunque el embarcadero de Mellieha está pensado para cubrir las necesidades de los usuarios locales, en el también hay sitio para turistas. De hecho, cuenta con una gran cafetería en la que suelen celebrarse fiestas (el Maya Beach Club, ¡menuda terraza!) y una escuela de buceo (el Seashell Dive Centre) que oferta clases, cursos y actividades acuáticas de todo tipo.
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