Una auténtica barbaridad
En la entrada de Jerez de la Frontera, dirección oeste o desde Cádiz, se halla la plaza de Cuatro Caminos, llamada así por confluir en ella varias carreteras. En esta plaza se inician dos cuestas, la de la Alcubilla lleva a las Bodegas Domecq y al Jerez antiguo, el de la plaza del Mercado. La otra al Alcázar, cuya silueta es visible desde abajo, y al centro urbano.
Esta plaza de Cuatro Caminos, eterno extramuros de la ciudad, siempre ha sido muy atípica. En su centro tiene una ermita, rodeada de un solar que siempre ha estado abandonado. Desde pequeño recuerdo pasar junto a este solar, eternamente tapado por un muro de hormigón, tras el cual a duras penas se vislumbraba una ermita tan abandonada como el solar. Y eso en la entrada más importante de la ciudad.