He estado solo una noche y toda la...
He estado solo una noche y toda la tarde en el Spa. Es Ratxo es una joya de la restauración.
Las habitaciones son muy comodas, todas disponen de terraza-solárium privados con sus propias hamacas y las camas son enormes. Es como si estuvieras visitando una posessio mallorquina pero restaurada con todas las comodidades modernas.
El spa es pequeño pero muy acogedor y suele estar super tranquilo, si teneis ocasión de visitarlo, teneis que descubrir el botón de la felicidad: Esta ubicado en la piscina interior en la pared que da frente a las ventanas horizontales. Apretándolo salen unos chorros de agua a presión que te haran flotar mientras ves los picos de la montaña y sus pinos por los ventanales. He apretado ese botón unas 20 veces y seguiría apretándolo sino fuera por que el spa cierra a las 21 horas.