Estación de Porto-São Bento

Sin lugar a dudas visitaremos la estación de San Bento si vamos a viajar en tren, pero igualmente es muy recomendable acercarnos hasta ella y entrar a verla por dentro, porque es un auténtico Monumento. Fue construida sobre los restos del antiguo convento de San Bento del Ave María, sobre el año 1900, y diseñada por Marqués da Silva.

El aspecto exterior es señorial, con influencias de la arquitectura francesa de la época, pero en el interior, el hall es una auténtica pasada, más propio de una iglesia que de una estación. Está todo recubierto de paneles de azulejos (más de 20.000), realizados por el pintor Jorge Colaço, en los que se representan distintas historias: En todo el perímetro de la zona superior está representada la historia cronológica de los medios de transporte hasta la aparición del ferrocarril; en la parte baja escenas de la historia portuguesa. Hay otros más pequeños dedicados a escenas de la vida cotidiana de la región, o a momentos puntuales de hechos históricos como el torneo de arcos de Valdevez. Tiene también enormes vidrieras que dan luminosidad al interior.

Situada en pleno centro de la ciudad, en el lado oriental de la Plaza da Libredade, la Estación toma su nombre del antiguo Convento de São Bento de Avé-Maria que hasta finales del siglo XIX se ubicó en este mismo emplazamiento.

Se trata de un edificio de claro porte modernista y constituye un excelente ejemplo de la corriente Art Nouveau que proliferó a principios del siglo XX en la ciudad de Oporto. Su autoría se debe al arquitecto Marques da Silva.

Aunque la fachada del edificio es realmente interesante, el principal atractivo del mismo se encuentra en su interior, más concretamente en el vestíbulo principal ya que este se encuentra profusamente decorado con escenas que representan episodios de la historia de Portugal , escenas compuestas por más de 20.000 azulejos pintados a mano por Jorge Colaço.

La Estación de Trenes de San Bento fue construida a principios del Siglo IX sobre los restos del antiguo convento de San Bento del Ave María. Aunque ya de entrada su fachada es señorial, la verdadera joya se encuentra en su interior: Un hall decorado con más de 20.000 azulejos en los que se retrata la historia de Portugal.

Las paredes de la estación de Sao Bento de Portugal están inundadas del típico azulejo portugués. En ellos se narran los capítulos de la historia de una Portugal luchadora a través de los siglos. En la estación se mezclan la fugacidad del tiempo presente, de los vaivenes de celeridad de los viajeros que toman el tren para acudir a sus trabajos, con la intangibilidad de los tiempos pasados, como si no hubieran formado nunca parte del presente, como si aquellas damas y aquellos caballeros que forjaron la historia de un país, no hubieran tenido prisa.

Aunque no tengas pensado moverte en tren desde Oporto, entra en la estación y disfruta de los murales azulejados de su vestíbulo, más de 20.000 azulejos que representa la historia de Portugal.

La estación es bonita, sobre todo su interior por los paneles de azulejos. No dudéis en visitarla, ya que al estar en pleno centro de Oporto, no os llevara mucho tiempo.