Macro estación
Su extensión es enorme y hay gran cantidad de andenes, pero aun y así no es nada difícil orientarse en ella, los carteles aunque en alemán o inglés son muy descriptivos. Sólo tenemos que acercarnos a una de las pantallas y buscar nuestro tren y allí encontraremos a qué hora sale y en qué andén.
Por todo el recinto encontraremos múltiples lugares donde comer, cafeterías, restaurantes o puestecitos de bocadillos, dulces o también los típicos Brezel. En la planta inferior también hay andenes, tiendas, restaurantes y servicios, estos últimos de pago, 1 chf (franco suizo), al cambio no llega a un euro y da gusto pagarlos, pues la limpieza es absoluta en todos los sentidos, y las instalaciones son muy modernas, cuando volteas la puerta se pone de color rosado (ocupado), y en la entrada hay un mostrador donde puedes adquirir si es necesario productos de higiene íntima; también ponía que había duchas pero eso no lo probamos. En su interior también podemos encontrar algunas esculturas colgadas del techo, todas ellas bien peculiares.