Un sitio para desconectar
Me gusta porque es un sitio para desconectar de todo, y dejarse atrapar por sus vacías playas en muchos casos. Y recordar historias de pescadores y viejos barcos atrapados en sus rocas y acantilados. Lo mejor, su grastronomía y su gente, nada mejor que tomarse una taza de Ribeiro y escuchar los relatos de los viejos marineros. Imprescindible su marisco.