Queda a sólo 40 kilómetros de Punta del E...
Queda a sólo 40 kilómetros de Punta del Este, pero José Ignacio (como le llaman todos, aunque su verdadero nombre sea Faro de José Ignacio) es otro planeta. Emplazado en una gran península custodiada por un viejo y precioso faro, el otrora pueblecito de pescadores se ha convertido en un paraíso salpicado de increíbles casas. La maravilla de José Ignacio es que aunque las casas son más bien mansiones y los coches que circulan son últimos modelos, sus callecitas siguen siendo de tierra y su ambiente de una serenidad que pasma. Sólo después del mediodía el lugar está atestado de gente que llega desde Punta del Este a sus playas Mansa o Brava, pero cuando cae el sol, José Ignacio vuelve a ser enteramente de los privilegiados que viven allí. Como no podía ser de otra manera, en el pueblo hay restaurantes increíbles y dos o tres posadas con un sabor espectacular.