Faro de Rota

Se halla junto a la Puerta del Muelle, la que da paso al puerto deportivo desde el casco histórico. Es un arco de granito en la misma muralla de Rota. Llegar a él es fácil, basta con bordear el Paseo Marítimo, hasta llegar al Puerto Deportivo y Pesquero.

En realidad no es un faro sino dos. El más antiguo se halla sobre la misma Puerta, y es del siglo XIX. Posteriormente se quedó algo anticuado con la ampliación del puerto y fue necesario construir otro mucho más alto. El nuevo, de 1980, se alza sobre una columna con una escalera en caracol interior.

La instalación de otras luminarias en los espigones del Puerto hacen prácticamente innecesarios estos dos faros, que son más elementos estéticos del paisaje que necesidades para la navegación.

El Faro de Rota, o quizá sería más adecuado decir los faros de Rota, forman parte de la fisonomía de la ciudad y a buen seguro los roteños y en especial aquellos que salen con sus barcas a faenar en plena madrugada sienten por este par de “buenos hermanos” un especial cariño y en la oscuridad de la noche encuentran consuelo en la luz que, intermitente e incansable, emite el mayor de ellos anunciando el final de la jornada e iluminando el camino de regreso al hogar, a tierra firme.

Antecedentes

Con anterioridad al año 1850 se tiene constancia de la existencia de un farol que supuestamente iluminaría de forma precaria la zona próxima al puerto. Corría el año 1859 y la necesidad de señalizar correctamente la entrada al puerto llevó a los prácticos de Cádiz, a los patrones de Rota y a los empresarios que regentaban los barcos de vapor que cubrían la línea Sevilla-Sanlúcar-Cádiz a financiar un proyecto encaminado a erigir una luz de puerto que sustituyera al vetusto farol y permitiese una mejor visión de la entrada del Guadalquivir en la zona portuaria.