Bodegas y bunker
A la espalda de la estatua de Durero en la plaza que lleva el mismo nombre se encuentra la entrada a Felsengängen, antiguas bodegas y almacenes de la ciudad que durante la Segunda Guerra Mundial sirvieron de refugio durante los ataques aéreos.
La entrada es de pago y se hace en una visita guiada que dura en torno a una hora. Durante esta visita se explica el origen de estos pasadizos subterráneos que tuvieron 4 niveles. Sin embargo hoy en día tan solo quedan tres, pues uno de ellos se perdió al construir un parking.
Inicialmente estos lugares eran espacios independientes, cada uno pertenecía a una casa o una familia. Allí se guardaba el vino, se almacenaba almacenaba aguardiente e incluso se guardaban verduras como los típicos pepinillos de la zona. Sin embargo, al llegar la guerra se unieron muchos de esos lugares creando una gran bunker que sirvió a la población de Nuremberg como refugio en distintos ataques aéreos.