Fiesta despedida soltera hindú

Era Domingo, todos los comercios cerrados, no había ni ún mercadillo y caía una chicharra (mucho sol) que tiraba de culo. Era lógico entonces que no hubiese un alma en la calle.
Estos días extremadamente calurosos y con persianas de locales comerciales cerradas me recordaban al Elche, mi ciudad, de los años 70, cuando había más locales que comerciantes y parecía una ciudad fantasma.
De repente escuché música, ví un carromato que se asemejaba a estos de las ferias que venden manzanas con caramelo y algodón de azúcar. Tirado por tres jóvenes de unos 15 años tenia unos altavoces de feria y unos músicos con tambores lo rodeaban.