Un colmado muy particular
Llamar ‘colmado’ a Filamon’s Place es pecar de exagerada, sin embargo, para los habitantes de Santa María éste es el único sitio donde comprar productos traídos de Maputo. Filamon’s funciona en un local de madera oscuro y diminuto frente al muelle y es el lugar de encuentro de la aldea. Está atendido por la viuda de Filamon, quien no sabe leer ni sumar, aunque con una calculadora se las arregla fenomenal. Si bien yo tuve el privilegio de entrar al colmado, los habitantes del pueblo son atendidos a través de una ventana enrejada. Lo notorio es que aunque no tengan nada que comprar muchos permanecen allí durante largo rato, quizá porque en Santa María hay muy poco que hacer y mirar las ‘delicias’ de Filamon’s Place es una verdadera tentación.