Fornells

Situado en una bahía y con el único puerto de Menorca, además de Mahón y Ciutadella, esta pequeña localidad de pescadores mantiene la esencia de la tradición pesquera, pero habiéndose adaptado al turismo, especialmente en lo que a oferta gastronómica se refiere. Aunque no lo probamos, la caldereta de langosta es especialidad de la zona, así que tomen nota.

Está situado donde está, porque la orografía forma un puerto natural, protegido de la costa norte donde los vientos de tramontana suelen azotar bastante.

La arquitectura es de calles y casas blancas, calmada y con una pequeña

Fornells se asienta a orilla de un espectacular puerto natural, ideal para la practica de deportes náuticos. Antiguo pueblo de pescadores, del agreste litoral del norte, se ha hecho famoso por la captura y posterior elaboración de la langosta. Fornells se desarolló como arrabal del Castillo de San Antonio construido en el siglo XVII, la pequeña iglesia parroquial data de 1650 y en la bocana del puerto se levanta una torre de defensa del siglo XVIII.

Fornells es un bellísimo puerto natural y tradicional pueblo de pescadores situado en la parte norte de la isla, y al que llegamos a la hora de comer porque lo cierto es que en el pueblo no hay playas excepto algunas calas virgenes a las que solamente se puede acceder en barco.

Adentrandonos hacia el centro llama la atención las tipicas casas de color blanco, y la bellisima bahía en la que los isleños viven lejos de la masificación del turismo por lo que se ha convertido en lugar de referencia gracias a sus restaurantes que ofrecen al visitante una variada gastronomía marinera. Un segundo color después del blanco es el azul que se encuentra en las aguas limpias y cristalinas de su puerto. Por tal motivo toda esta zona es declarada como Reserva Marina, gracias al abrigo que ofrece la estrecha boca del puerto y en la que los deportes náuticos tienen un lugar único en Fornells. En sus aguas tranquilas se puede practicar windsurf, vela, kayak y buceo.

Para ser un pueblo tan pequeño, Fornells tiene muchos rincones que valen la pena no perderse.

La zona más bonita para mi es la zona del puerto y el casco antiguo, que está justo al frente de éste. Desde el puerto se puede observar una estupenda panorámica de la bahía, la cual sorprende por lo grande que es. Y las callejuelas del casco antiguo tienen su encanto.

En la calle Vivers está el restaurante Can Digus (muy recomendable y con muy buena relación calidad/precio). Justo enfrente del restaurante empieza un corto pero bonito paseo marítimo a lo largo del cual puedes encontrar dos fantásticos rincones para poder bañarte y los restos de un castillo.

En la costa norte de Menorca, a la entrada de una reparada y serena bahía y bajo la sombra de un derruido castillo, se enclava la preciosa villa marinera de Fornells. Este pueblo pintoresco y apacible, de sencillas casitas encaladas, es famoso por su exquisita caldereta de langosta, y por la variada oferta de buenos restaurantes. Fornells vive entorno de su gran puerto natural, donde atracan infinidad de barcas de colores y se practican innumerables deportes náuticos.

Pasear por Fornells es una delicia, de buena mañana, cuando aún no hace demasiado calor, luego darse un bañito refrescante en alguna de sus mini calas para ir fresquito a comer una buena "caldereta", una buena siesta, visitar la torre de defensa desde donde hay unas vistas magníficas, y cuando cae la tarde pasear por sus calles de pueblo marinero, es la idea de lo que puede ser un día perfecto si no sabes qué hacer en Menorca.