Fuente de l'Eudó

Hace muchos, muchos años, una anciana bajaba cada día a coger agua a la fuente que estaba en la otra orilla del río Llobregat, por lo que tenía que atravesar un puente de madera. En una de las riadas típicas del Llobregat, el viejo puente no pudo sobrevivir al embite.

La anciana, al día siguiente, intenta ir a por agua, debe llegar si o si. De repente, el diablo se le aprece y le ofrece un pacto: "Yo construyo el puente en una noche, a condición de que el primer alma que lo atraviese sea mia...". Ok, le dice la anciana. El diablo se pone manos a la obra y al amanecer, la anciana esta en la orilla de nuevo, pero de golpe, de su gran cesta empuja a un gato hacia el puente. Al diablo no le queda más remedio que cogerlo y marchar.