Enclavada en un precioso paisaje...
Enclavada en un precioso paisaje ondulado, Fuentidueña encanta desde el mismo momento en que se cruza su puente sobre el río Duratón y se pasa bajo sus arcos. Enseguida se intuye su antigüedad y su pasado esplendor, a pesar de que hoy es un pueblo casi vacío, donde sólo de tanto en tanto se ve a alguna persona mayor asomándose a la puerta de su casa. Uno busca información, algún cartel que indique el origen de la villa, las historias de la iglesia de San Miguel y de otra en ruinas que se adivina preciosa, pero no hay nada. Su única calle lleva a un cementerio celtibérico y a una puerta en las increíbles murallas por la que asoma un paisaje rural maravilloso.