A pesar del caos de la ciudad antigua...
A pesar del caos de la ciudad antigua de Amritsar, uno no pierde el rumbo. Y es que son enormes las multitudes que a toda hora caminan hacia el Golden Temple. Santones, peregrinos, familias enteras y gente de otras religiones atraviesan la ciudad para disfrutar de la belleza y serenidad del templo sagrado de los Sikhs.
El impresionante complejo resulta irreal desde la misma entrada. Conmueve el carácter abierto de los Sikhs, quienes permiten el acceso a quien lo desee, no importa su condición ni religión. Sólo hay que descalzarse, cubrirse la cabeza y los hombros, y no mostrar las piernas. Una vez dentro la blancura del complejo enceguece. El templo, adornado con 750 kilos de oro, resplandece en el centro de una piscina sagrada donde los Sikhs realizan abluciones. Ésta está rodeada por un gran patio con suelos de mármol y galerías donde la gente se refugia del sol y se instala durante horas a orar.