Juan Manuel Subirán Rendón
Una gran opción
Lo que nos hizo decantarnos por este hotel al planear nuestra Luna de Miel fue qu era el que menos limitaciones ponía dentro del todo incluido, como las cenas a la carta, pero la razón principal por la que lo elegimos fuereon las Mayan Suites.
Las Mayan Suites son unas cabañas dispuestas en torno a un lago artificial. Cuentan con un gran salón central, un baño enorme con hidromasaje, ducha en el exterior, una terraza con hamacas y hasta una canoa. Sólo hay doce habitaciones en todo el complejo con estas características así que hay que reservar con tiempo.
Tampoco os podéis perder la piscina de agua salada. No es que sea en sí muy especial, pero el entorno es precioso y tiene unas camas como sombrilla y dosel muy cómodas.
Otra recomendación "oculta" son las cenas las cenas junto a la playa que ofrecen en el Punta Emilia, pero hay que reservarlas con un día de antelación en el Lobby. Cena romántica al lado del mar y con un espectáculo natural: la visita de los mapaches que se acercarán a tu mesa a que les des de comer.
Otra opción para comer 24 horas son los dos bares de la playa que ofrecen pasta, pizza, hamburguesas, sandwiches, además de bebida claro. Si eres de los que gusta de comer a horas intempestivas, te encantará tomar un emparedado de res a las 3 de la madrugada.
Otra cosa genial del hotel es el SPA, que es completamente gratuito, lo único que tiene cargo son los masajes y tratamientos de belleza. Tienes jacuzzis, saunas, baños de vapor,...
En definitiva, yo era de los que pensaba que pasar muchos días en un hotel como éste no merecía la pena, que al final te aburrirías, pero estuve ocho días y me arrepiento de no haber podido quedarme más tiempo. Es una gran opción.
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