sala2500
Poco que ofrecer...
Un restaurante de carretera escondido entre árboles frondosos y con unas pequeñas caídas de agua (las llaman las Cataratas de Trimiklini), a apenas 5 minutos andando. La verdad es que cuando paramos a comer tenía mejor pinta de la que finalmente fue.
La comida fue normalista, sin pasarse dl regular. El servicio fue menos que regular y el precio, por supuesto, nos pareció calor para la relación calidad-precio que estábamos acostumbrados en Chipre. Comimos pollo, ensalada y una pasta vegetal; nada del otro mundo. Una vez entras, no sabes bien lo que es; si un restaurante, si una tienda de souvenir, ambas estilo cutre, cutre...
Si volviera, no repetiría. Si algún día alguno de vosotros va, mejor pasar de largo, no os perderéis nada. Y mira que a mi, me cuesta hablar mal de los sitios, pero es que este...
Leer más



+6