alonsoenruta
Un valle encantador para quedarse.
Una estrecha carretera, al principio asfaltada y luego de tierra va recorriendo este precioso y fértil valle a través de hermosisímos campos de arroz y pintorescas aldeas donde habitan al igual que en el resto del oeste de Sumatra una gente hospitalaria y maravillosa. A ambos lados del valle se levantan unas espectaculares paredes de granito y son muy numerosas las cascadas que caen desde lo alto. Moverse por el valle es sencillo, se puede hacer caminando ya que no es demasiado grande, quizás unos diez kilómetros, también hay una especie de mototaxis con sidecar que te llevan de un lugar a otro, yo como casi siempre en Asia procuro moverme en moto y hasta aquí llegamos en ella desde Bukittinggi.
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