El destino para ecoturismo en los llanos
Venezuela tiene espacios verdaderamente hermosos, variados, incontables. Pero sin duda siempre existen aquellos que cautivan, que dejan sin aliento. El Hato Piñero es uno de esos sitios. Es una de esas visitas que siempre se recuerdan, por lo menos para quienes admiran las bellezas naturales y la magia de verlas en amplitud. Y esto fue lo que viví cuando estuve allá. Recorrimos unas cinco horas de camino desde Caracas, cinco que se convirtieron en siete debido a que nos perdimos en la vía. Finalmente entre preguntar e intuir llegamos a una pequeña reja la cual nos indicaron era la entrada a la hacienda. Ya eran las 12:00 PM, sueño, cansancio y hasta miedo por lo desconocido. Resulta que esta entrada es una de las tantas que hay que cruzar para llegar a donde está dispuesta la posada del hato que funciona desde el año de 1984. Unos 22 kilómetros en total hacen la vía hasta el destino de descanso. Lo primero que creí ver al llegar fue un zorro, pregunté y dijeron que tal vez pero aun no sé si los ojos brillantes que vislumbré pertenecían a ese animal.
La Faena Comienza al Amanecer:desde sus inicios Los dueños del lugar, la familia Branger, quienes fundaron las fierras en 1953 se dedicaron a la cría de ganado. Realizaron cruces y produjeron uno llamado el rojo piñero, raza que solo existe en estas tierras y que se destaca por la calidad de su carne. Domingo Sulbarán era el jefe de ganadería y me explicó que ellos se manejaban en seis fundaciones que existían en los linderos de Piñero. Estas funcionaban como pequeñas comunidades campesinas, cada una tenía cierto tipo de ganado y un caporal que dirigía al resto de los trabajadores. Más de 10 mil cabezas de ganado vacuno y un poco más de 200 de búfalo tenían que ser contadas, marcadas y medicadas por estos hombres, cuya tarea era mantenerlas fuertes y sanas para que su carne fuera la mejor del mercado. También se elaboraba queso en pocas cantidades, algo para la venta, algo para la casa.
Actividades Turísticas en Pro de la Conservación: Piñero se encuentra ubicado entre cuatro ríos, por lo que casi todas sus tierras se inundan durante el invierno. Esto determina que sus paisajes sean totalmente diferentes en época de lluvia y de sequía. La grandeza de estos espacios fue la que tal vez dio origen a la idea de la preservación en la década del setenta. Se prohibió la cacería en los predios y se dio inicio un programa de protección de las especies que se basaba en el manejo racional de la fauna silvestre, así la flora y la fauna comenzaron a convivir de manera armoniosa con el ganado, compartiendo todos el mismo espacio, sin sentir amenaza alguna.
Turismo Ecológico:durante mi visita las actividades se desarrollaron de dos formas, paseos en camiones tipo safari y recorridos a caballo. En los camiones se sale muy temprano, después del desayuno, estos llevan una especie de tarima sin techo sobre la cabina del chófer, para facilitar la observación y permitir hacer mejores fotografías. Gertrudis Gamarra conducía el vehículo y nos explicó en aquel momento que existían diecinueve rutas y en todas se pueden conocer los diferentes ambientes que presenta la hacienda. Nunca vi tantos chigüires juntos corriendo libres en las lagunas. Las aves, para quien no conoce del oficio De la observación es difícil identificarlas, sin embargo, los guías iban explicando un poco sobre algunas de las que se avistaban. Chenchenas, garzas blancas, gavilanes adornaban el cielo y los árboles, en tierra tortugas, conejos y venados. Una vez leí que en total hay 550 especies de animales y 850 especies de flora silvestre en las 75.092 hectáreas que conforman el hato. De los viajes a caballo ni hablar, la experiencia fue única; salimos igual temprano en la mañana y cabalgamos durante todo el día, se hacían paradas para observar la inmensidad del llano o para caminar algún trecho de interés. También pescamos caribes en Laguna Grande, o por lo menos lo intentamos. Las orillas del lago están repletas de babas que tratan de robarle al turista el pez que saca del agua.
La Realidad Actual:Hato Piñero fue vendido al estado venezolano, se dice que las invasiones que ocurrieron en una gran porción del lugar y la muerte de Antonio Julio Branger, cabeza de la familia originaron esta venta. El Ministerio de Agricultura y Tierras finalizó los pagos este año y ahora se encuentra bajo la administración del Centro Técnico Productivo Socialista Florentino. El hospedaje sigue ofertando los amplios cuartos que tenía la posada, y mayormente el lugar es visitado por observadores de aves, investigadores, biólogos, conservacionistas. Diez de las rutas de paseo están fuera de uso en espera de fondos que las reactiven. Se siguen haciendo los recorridos y la reservación es casi blindada, pues en el lugar no hay recepción de celular, teléfonos fijos o internet. La empresa Ascanio Birding Tours funciona como una especie de centro de reservaciones para ellos y a través de sus contactos se puede con mucha anticipación acceder a este paraíso terrenal al que por lo menos se debe acudir una vez en la vida. El destino predilecto para el ecoturismo en los llanos.
Fotos: Raymar Velásquez
@raymarven


