Un de los puentes más singulares de los que cruzan el río Pegnitz a su paso por Nuremberg es este conocido como el puente del verdugo.
Este puente de madera cubierto fue construido para el paso de peatones en 1457. La torre a la que se llega por este puente es la que da acceso a la casa en la que entre los siglos XVI y XIX vivió el verdugo de la ciudad. Esta casa es hoy un pequeño museo que abre al público solo unas horas los fines de semana.
Henkersteg es probablemente el rincón más bonito de todo Nuremberg y especialmente recomendado si quieres sacar algunas fotos de las encantadoras casas entramadas que cuelgan sobre los canales del río Pegnitz.
Construido en 1457, el puente es una de las pocas estructuras históricas que aún se conservan en el casco antiguo de Núremberg, pero para mí el puente se destaca más por sus vistas excepcionales que por su historia. Si vas en un día sin viento, las vistas de los árboles, las casas y las imponentes torres que se reflejan en el agua son verdaderamente mágicas.
El Puente del Verdugo (Henkersteg), con su estructura de madera, es uno de los rincones más bonitos de Nuremberg.
Fue construido en el año 1457 para conectar la ciudad con la pequeña Isla de Trödelmarkt y recibe su nombre porque desde la Edad Media hasta el siglo XIX el verdugo de la ciudad residía en la torre que hay justo al lado del puente.
¡Un rincón precioso!
