unavidadeviaje
Henry Testaurant
Encontramos este restaurante por la noche, después de un largo día de visitas en Chiang Mai y con bastante hambre. La carta está escrita a la entrada en una pizarra y cuenta con las especialidades tailandesas entre las que destacan el archiconocido pad thai y el khao soi, y nos dejamos llevar por ellos, pidiendo esos dos platos, y además, dos buenísimos y muy recomendables zumos de piña.
El precio está acorde con la cantidad y calidad de comida, aunque un poco alto para ser comida tailandesa, y el servicio un poco lento pero eficiente.
El local destaca por su curiosa y bonita decoración, unos asientos cómodos con cojines y una cómoda terracita donde disfrutar de unas buenas vistas y de un rato de apacible tranquilidad.
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