Junto a las cascadas de McLeod
Quizás es un poco(bastante)optimista llamar a este “chiringuito” restaurante, pero vale la pena mencionarlo por varios motivos que os voy a contar.
El restaurante está junto a las cascadas de McLeod, así que es un lujo encontrarnos a estas alturas y distancia del pueblo, después del caluroso y empinado camino un sitio donde poder sentarnos a reponer fuerzas después del baño. Tomar un buen chai charlando con los amigos o disfrutando del silencio y las vistas que ofrece este lugar.
Parece ser que en el duro invierno, cuando todo queda cubierto y aislado por la nieve,este hombre pasa aquí encerrado la dura estación, entre nieve y osos que se acercan curiosos en cuanto llega la primavera, a base de arroz y poco más se abastece durante su retiro voluntario.