Hostal Hospedería Municipal

El mecenas que sufragó los gastos de construcción fue Gutiérres de Padilla, comendador de la orden de Calatrava que fundó la ciudad de Almagro para sede administrativa suya.

La Hospedería sigue, pues, la tipología de austero convento dominico, sin adornos decorativos ni arquitectónicos. Jardín delantero, patio interno a modo de claustro y las habitaciones, las antiguas celdas, en los dos pisos superiores.

El problema que surge con estos edificios tan antiguos es que o la inversión que se realiza es muy alta, para acondicionarlos a los gustos del turismo moderno, o te quedas a medio camino. En este caso la adaptación del edificio para funciones hoteleras está bastante bien conseguida, pero tiene carencias.

Hay que entender que se trata de un dos estrellas, a pesar de estar en un edificio digno de un Parador Nacional. Su equipamiento se halla en consonancia con su categoría. Por un lado es un establecimiento económico, por el otro algunas de sus instalaciones necesitan una renovación. También tiene dos habitaciones colectivas, a base de literas, para pequeños grupos.
Ofrece 42 habitaciones, todas equipadas con un excelente aire acondicionado, calefacción, televisión y teléfono.

Sus zonas comunes se reducen al jardín, vestíbulo, terraza y sala de conferencias con capacidad para 300 personas. La terraza es ideal para tomar unas copas al atardecer porque el clima es muy bueno. Estas zonas fueron lo más recorrido por nosotros que conociendo, de antemano, los precios de la hospedería, la utilizamos no para alojarnos sino para comer y para tapear desde la terraza.

Las habitaciones son amplias. Teniendo en cuenta que eran celdas monacales son más grandes de lo que se podría esperar. Su estado es bastante correcto pero la decoración con mobiliario de época les da un aspecto rústico. El problema son sus baños, en general muy antiguos. Lo demás en perfectas condiciones.

El personal es amable y un punto de información imprescindible para quienes visiten Almagro por vez primera. Cualquier duda que se tenga ellos te la resolverán.

Un problema del edificio es que no tiene ascensor. Si te toca una habitación en el segundo piso seguro que recuerdas el detalle. Esto limita la accesibilidad de la Hospedería.

Un punto importante a favor de este establecimiento es su precio. Dependiendo de la temporada puede oscilar entre 32 y 50 euros la habitación doble. Es un argumento de peso.

Otro argumento a su favor es el restaurante La Plata. Especializados en comida tradicional de La Mancha ofrecen variedad y cantidad a muy buen precio.

En resumen, hospedería barata con algunas carencias por lo viejo del edificio. Ya es cuestión de cada uno si lo que se busca es precio y buena comida en un entorno histórico o si se prefiere un hotel moderno que te cueste el doble y todo sea de plástico. Las últimas obras en la Hospedería, desde hace algún tiempo de propiedad municipal, han mejorado mucho sus instalaciones.