Cerca del centro de Burgos
Apartado y tranquilo, con bonitas vistas de la montaña. Muy buena atención por parte de la recepcionista y muy buena comida en el restaurante.
A pesar de haber ido a cenar a última hora, nos ofrecieron unos platos sabrosos. La habitación muy buena, las camas muy cómodas y el baño perfecto. La decoración del hotel muy bonita con motivos religiosos.