Una noche tranquila en un hotel muy cómodo
Llegamos al Cañitas por la mañana para un día de plan de turismo activo, y luego relax.
Por la mañana dejamos nuestras maletas en las habitaciones y fuimos directamente a los quads, que quedan muy cerca del hotel. Tras una ruta de lo más divertida, fuimos al restaurante del hotel a comer.
El restaurante tiene comida casera de lo más buena, y puedes pedir de todo.
Os recomiendo los pimientos rellenos de bacalao, son una delicia.
Después, fuimos a las Cuevas del Diablo donde su director, Juan "El Diablo" nos dio una extensa explicación sobre las cuevas y la zona y una amena charla contándonos algunas anécdotas.
Tras esto, volvimos al hotel donde disfrutamos realmente de sus servicios: Para empezar, un mojito como nunca había probado hecho por Juanmi, uno de los camareros. Si hay una sola cosa que probéis del hotel, por favor, que sea ése mojito, es único!
Y después, bajamos al Spa a estar un rato en el Jacuzzi para relajarnos antes de ir a la cena, con un ambiente íntimo con luz baja, y velas. Sinceramente genial.


