Hotel Casa de Santiago

Este alojamiento te enamora según entras y tardas poco en sentirte como en casa. No en vano tiene un montón de espacios comunes en los que estar además de en la habitación, y se puede estar tranquilamente en el salón o en alguno de los balcones con preciosas vistas sobre el centro del maravilloso Albarracín. Además cuenta con un restaurente fenomenal y un desayuno bastante completo (con croissants recién hechos... ñam ñam). Realmente una opción perfecta para alojarse y poder visitar este pueblo.

Era la vieja casona de la iglesia de Santiago, y ha sido rehabilitada como un pequeño hotel familiar, logrando un equilibrio perfecto entre su arquitectura original y un interiorismo acogedor y confortable.

Tiene unos espacios muy especiales, como el mirador, que nos ofrece unas vistas espectaculares; o su altillo y sala de estar para relajarse.

También posee un restaurante, donde podrás disfrutar la cocina turolense de siempre. Los desayunos deliciosos con croissants caseros y recién horneados.

Sin duda, es ideal para completar esa escapada en Albarracín.

Albarracin es una ciudad acogedora, cargada de historia y donde podemos encontrar rincones maravillosos e insospechados, además de la calma espiritual que necesitamos en muchos momentos de nuestra vida.

Angie