Hotel Copenhaguen Island
Normalmente suelo reservar los hoteles de ciudad lo más cerca del centro posible.
En la agencia de viajes me dieron varios a elegir y éste no estaba entre los más céntricos, pero cuando entré en la página web, para echarle un vistazo, hubo algo que me llamó la atención.
No está para nada en el centro, sino a unos 20 minutos de paseo, porque ese es el detalle, es un hotel que está situado en una isla artificial literalmente sobre el canal.
Es como estar en un crucero, rodeado de agua por todas partes. Es una metáfora de la propia ciudad de Copenhague, una pequeña ciudad en el agua.
Aunque alejado, para quíen no quiera andar mucho hasta el centro, está bien comunicado por metro. Simplemente hay que cruzar la calle y aparecen las vías.
La vista de las habitaciones, como podeis ver es fresca y relajante; el trato y las facilidades, por parte del personal es realmente bueno y el desayuno se basa sobre todo en la bollería y la panadería, con varios embutidos, quesos, pero también arenque marinado, salmón y otras exquisiteces nórdicas.
El detalle de los paraguas en la entrada es clave. Puede hacer un sol de justicia y al momento llover a mares, y eso en pleno julio!!!!.


