Buen sitio para descansar si vas en pareja
Si vas con niños solo tienen la piscina y el mar, los precios de la comida son muy caros. Las habitaciones no muy limpias (pero las señoras de limpieza muy atentas), en el baño encontramos telas de araña y cuando le dijimos al administrador no se inmutó.
Nos dijeron que era una habitación con dos camas queen, pero nos dieron una queen y una de plaza y media y cuando le dijimos al administrados nos dijo que quien nos lo había dado así si no entran dos queen, más no se hizo nada más ni dio solución. Hay ventilador, pero no en el techo, sino uno sobre el frigo bar.
Solo limpian si alguien está en la habitación, las toallas y el ph los debes pedir, el wifi no llega a algunas habitaciones, no es como las fotos, no tienen hamacas en las habitaciones, y si las tuvieron, ya no están más. Deben actualizar sus fotos e información.
Personal en recepción cero amabilidad, cortesía y soluciones, no discutí porque llegue a intentar relajarme y ya estaba todo pagado.
No hay atención en la zona de abajo, más bien tú mismo debes solicitarla al restaurante, donde solo hay una persona atendiendo (muy amable), pero que debe ir hasta el restaurante de arriba para pedir el mismo todo.
Nunca vi los juegos de mesa que dicen que tienen, baldes ni accesorios playeros para niños.
Quise bañar a mi hijo luego de regresar de la playa (tipo 6.30pm) y nos dijeron que recién en 30 minutos habría agua caliente.
Fuimos a comer al mirador de Vichayito que queda al lado, estuvo rico y una tarde a Rústica. Lo único que estaba cerca.