Una estancia inolvidable
El Hotel del Sitjar nos sorprenderá gratamente desde el primer momento. Al entrar, el suelo transparente nos dejará ver los centenarios restos del anterior edificación que allí existía, después los salones adornados de alabastro nos darán paso al restaurante y las habitaciones desde las que podremos disfrutar de unas fabulosas vistas de las sierras de Matarraña.
Algunos muebles antiguos que encontraremos en la decoración del hotel son realmente impresionantes. El restaurante es muy luminoso, paneles realizados con láminas extraídas del tronco del olivo (en alegoría a una tierra rica en aceite) adornan su pared, que nos acogerá mientras disfrutamos de un riquísima gastronomía o de una deliciosa cata de aceites.