Un sitio precioso. Las habitaciones amplias, limpias y cómodas. El restaurante es estupendo, menús para niños, comida riquísima (no os perdáis la presa ibérica, en general cualquier carne es deliciosa). La amabilidad del personal es algo a destacar sobre todas las cosas, son encantadoras. Un abrazo muy fuerte en especial a Bea y a Mari Carmen por su santa paciencia con los niños, volveremos en breve. Guillermo y Mar.
Conforme entré, el frio se nos metía en los huesos a mi mujer y a mi, mientras el olor a sumidero que había en todas las estancias nos hacía saber que la habíamos cagado.
La habitación estaba helada y el baño más. La cama estrecha y el colchón hundido.
Horroroso. Me tuve que ir a Cuenca, al Hotel Alfonso VIII.
No ir. Lo peor.
Sobre el comentario de Zane decir que no es el río Tajo que es el Júcar , bueno tampoco se trata de un afluente sino de un caz del mismo Júcar, es un rincón obligado de visitar, es un paraje natural, los niños se lo pasan con la pesca. Pipa
Buena comida precio ajustado una media de 23€ buen ambiente con jardín con un afluente de río tajo cerca de las mesas se puede pescar por 6€ devolviendo la pesca al río personal amable comida de calidad
