Un hotel precioso en el centro
Un hotel pequeño pero muy céntrico que nos permitió aparcar el coche e ir caminando a todos sitios. Las habitaciones eran amplias, luminosas y muy acogedoras y con wifi! La nuestra tenía un balconcito y los baños espectaculares con calentador de toallas, secador de pelo... Pero lo mejor sin duda fueron todas las recomendaciones que nos hicieron desde recepción para ir a visitar el Parque del Pasatiempo, los alrededores... y el tiempo que se tomaron en hablarnos de rincones del Casco Antiguo, sitios donde comer,etc. El desayuno está incluido en el precio de la habitación y tiene tartas caseras, zumos, yogures, fruta y como nos quedamos varios días nos dijeron que si queríamos algo especial nos los traían (como leche de soja o algo así).Sin duda os lo recomiendo porque se nota que cuidan los detalles y a los huéspedes.