Una parada en Salamanca
En una calle tranquila, a diez minutos caminando de la Iglesia de San Esteban, al pie del casco histórico de Salamanca, encontramos este hotel de la cadena Ibis. Lo suficientemente cerca de todo lo que queremos ver, y con distancia para huir del bullicio nocturno, y poder dormir bien.
El wifi va rápido en los espacios comunes y en las habitaciones, como en todos los Ibis que hemos probado hasta ahora, y el parking es asequible, 9 euros; merece la pena tener el coche a buen recaudo.
El hotel tiene un punto de información turística donde os contarán que ver en la ciudad; lo obvio y algunas otras cosas.
Las habitaciones, sin ser enormes, están completamente renovadas, con los nuevos colores corporativos y las nuevas camas, grandes y muy cómodas; lo que más se agradece de los nuevos hoteles Ibis, son los cuartos de baño, donde la ducha es de esas que quieres tener en casa. El aire acondicionado, perfecto y silencioso.
En definitiva, un hotel a tener en cuenta, una gran relación calidad/precio.