DE CUATRO ESTRELLAS LE SOBRAN DOS
Este año nos hemos hospedado en este hotel del 2 al 8 de diciembre, la situación es excepcional, a pie de playa, pero para ser un hotel de cuatro estrellas tienen bastantes carencias:
La recepción es totalmente en blanco, estilo minimalista, demasiado aséptica y poco acogedora, más bien parece la recepción de un hospital, en lugar de la de un hotel de playa.
Los servicios son escasos, y no van incluidos en el precio de la habitación, que con lo que cuesta ya podían estirarse un poquito, he estado en otros hoteles de estas características y nunca me han cobrado por utilizar la piscina cubierta, pues en este si querias utilizarla al estar dentro del spa, tenían que abonar la sesión del mismo, aunque sólo quisieras darte un baño y estar el hotel casi vacío, por lo que por tema de aforo no era.