Lídia Montes de Oca
Para darse un lujo
El Konanso es un hotel-ryokan. Desde la azotea, dónde tienen un baño termal de pies, se puede ver el monte Fuji (si el tiempo lo permite), y en general tine unas vistas magníficas del lago Kawaguchiko.
El punto fuerte son los baños termales naturales y las habitaciones amplias de estilo japonés con suelo tradicional de tatami.
Se encuentra lejos de la estación pero tienen un servicio que te recoge y te lleva a la estación. Cuando llegas te dan una moneda para hacer un café gratis.
El lujo máximo es coger habitación privada con baño privado. El nuestro era una bañerita preciosa delante del lago pero es únicamente para una persona.
La cena que normalmente se incluye en el precio es un menú kaisekiryouri de temporada, con las especialidades de la zona que no incluye bebida. Te montan el futón una vez terminas de cenar.
Es un poco caro pero para una ocasión especial merece la pena.
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