Un clásico de Santiago
Puede parecer un monstruo azul o una maravilla arquitectónica de su tiempo, todo depende de lo cansado que se llegue a sus puertas y del gusto de cada uno....Depende también si el huésped, en este caso yo, tiene especial querencia por el estilo de principios de los 90 que inspiró al arquitecto cubano Choy.
Por un lado, desde que se entra se pierde esa cubanía que parecía tener el resto de los hoteles del camino, y se transmuta en la linea uniforme de Meliá.
Pero por otro se disfruta de un paraiso gastronómico y de unas piscinas inmensas, más propias de un resort de lujo que de un hotel urbano.