Ignacio Izquierdo
Este hotel rural es pura historia y ha...
Este hotel rural es pura historia y ha sabido conservarla y renovarse a su alrededor. Comenzó siendo un molino en el siglo XII para siglos después en el XIX convertirse en una fábrica textil. Todos estos vestigios pueden verse todavía pues se conserva parte de la maquinaria dotando a la casa rural de un precioso encanto. La zona además es una preciosidad, tranquila, en un valle entre montañas, que yo personalmente aproveché para salir a correr y disfrutarlo.
El hotel no tiene muchas habitaciones, solo 12 dobles y una suite, por lo que es bastante tranquilo, como toda la zona, una opción fantástica a 35km para desconectar y relajarte. Las habitaciones son muy grandes y cómodas con un baño enorme.
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