Haizum Skallah
Un clásico desde hace muuuucho tiempo.
Lástima que ya no existe el Pervert Lounge que quedaba justo en frente. Ese pequeño antro donde en los 90 nos reventamos con tanto gusto hacía del Montecarlo un tour-de-force, el antro cerraba sus puertas a las 3 ó 4 no recuerdo. Pero eso sí, nos quedábamos bailando hasta las 6 de la mañana en el interior. El "cadenero" era buena onda —digamos— y entonces era fácil entrar al lugar cargado de dulces para dar y repartir. El after, más de una ocasión se llevó a cabo en las habitaciones del Montecarlo, hoy la fiesta en el DF es distinta, pero el hotel conserva su estilacho es barato y aunque no tiene grandes servicios es un buen lugar para amontonar el esqueleto en pleno centro de la ciudad.
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