Muy buen hotel en Venecia
Este hotel nos encantó pero seguramente a alguna gente no le convenza mucho.
Me explico.
El hotel es un pequeño convento reformado en el barrio del Cannaregio, uno de los barios más auténticos de Venecia, pero un poco alejado del bullicio y la masificación de San Marco. Eso para nosotros es un primer punto a agradecer, la verdad.
Las zonas comunes del hotel, el claustro interior y el hall, así como el salón de desayunos son preciosas, como se puede ver en las fotos. Las vistas nocturnas son increíbles desde la porta d'acqua (la antigua puerta que da al canal, que pocos hoteles conservan aún y con la que puedes llegar directamente en góndola o taxi acuático al hotel sin tener que andar con las maletas, cosas que se agradece muchísimo en esta ciudad llena de puentes e islas).