Que gran sitio
Cuando visité Cantabria, tenía muy claro que quería un homenaje gastronómico también; y si tengo que recomendar un sitio para ello, diría El oso.
Situado en el valle de Liébana, para llegar hay que el travesar el desfiladero, que aunque suena espeluznante, es precioso, con las paredes de roca, las montañas, el verde intenso...Yo que estoy acostumbrada a otro paisaje, este me pareció de cuento.
Este es un hotel-restaurante familiar, con un personal amable y con una comida espectacular.
Recomiendo probrar el cocido liebaniego y montañés, las carnes, los vinos típicos de la zona... Todo,todo.