Estuve aquí este verano y la verdad que ...
Estuve aquí este verano y la verdad que no tengo un buen recuerdo de este hotel.
En cuanto a la situación del hotel no puedo quejarme, pues está al lado del casco histórico y en zona peatonal. La habitación era amplia y a simple vista correcta. Pero fueron otros los aspectos que hicieron de mi estancia un mal recuerdo. Hubo detalles que imagino son difíciles de prever o controlar por parte del hotel, o eso quiero creer, como por ejemplo que se les cuele alguna cucaracha por los pasillos del hotel o que en el baño te encuentres arañas.
Pero el motivo de mi descontento fueron sin duda alguna sus recepcionistas, que carecen de aptitudes para estar atendiendo al público, a mi parecer, evidentemente. El que nos recibió apenas apartó su mirada del ordenador para hablarnos, sin esbozar ni media sonrisa, pensé tendrá un mal día. Cuando sales del hotel tienes que dejar en recepción la llave, y claro está pedirla al llegar, pues bien parece que les pidas un riñón, a juzgar por sus caras serias y malhumoradas. Durante nuestra estancia, dos noches, vimos a muchos recepcionistas, de noche, de día, de mediodía, y parece que el hotel sigue el mismo patrón para escogerlos, chicos que no sepan sonreír, y que el devolverte el saludo les cueste la vida. Me parece un desprecio que no te miren a la cara al hablarte y cuando lo hacen parece que les debas algo, especialmente en un hotel de estas características.