ANADEL
Es una antigua masada fortificada con torre almenada de origen templario
Considerada Bien de Interés Cultural (BIC) emplazada en lo alto de un cerro, donde hay caballos, vacas, cabras, gallinas, y si hay suerte puedes ver cabras montesas.
El sitio es auténtico, y sus servicios sencillos. Las camas no son grandes, hay una sola almohada en las camas de matrimonio, y el baño carece de puerta, no hay que esperarse grandes lujos, aunque pagar 70 euros sin desayuno no es barato para lo que ofrecen y la gran oferta de alojamientos que existe a todos los niveles.
El personal es amable, y servicial, detalle que tengo obligación de reseñar.
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