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¿Yo quería una casa otomana? Pues en e...
¿Yo quería una casa otomana? Pues en este hotel precioso la tuve. ¡Qué maravilla! Las casas otomanas fueron construidas hace doscıentos años por famılıas pudıentes completamente en madera. En Estambul hubo muchísimas, pero fueron devastadas por incendios a lo largo del tiempo. Afortunadamente, hoy se las trata de recuperar y ya hay varias convertidas en preciosos hoteles, sobre todo en Sultanahmet. Pero las casas otomanas de Safranbolu son auténticas. Han permanecido inmunes a los años, sin cambios en su arquitectura ni en su decoración.
El Selvili Kösk es, tal vez, la muestra más impresionante. Enorme, con los techos íntegramente labrados, adornos antiguos, los suelos de tablones anchos cubıertos de alfombras maravıllosas, ventanitas pequeñitas cubiertas de encajes a bolillo, el hotel es como una casa de muñecas. Las habitaciones son espaciosas, te pierdes en la gran cama y en el baño -todo de madera-, que parece una plaza de toros.
Pasar una noche aquí es remontarse en el tıempo.
Pasar una noche aquí es remontarse en el tıempo.
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