El hotel que no volveré nunca
Se encuentra a unos 15 minutos en coche desde Burgos y a unos 5-10 minutos a Atapuerca. Sin duda, una buena ubicación si tu idea es visitar los yacimientos. Pero, después de la estancia que vivimos, hubo una serie de detalles que nos decepcionaron bastante.
Llegamos al mediodía, y a primera vista, el exterior, es como un restop con un amplio aparcamiendo muy descuidado (charchos, barro…). Nada más entrar, nos dirigimos a la recepción. Estaban las luces apagadas y no había nadie. Su aspecto era como si estuviera cerrado. La mujer de la limpieza que casualmente pasaba por allí, nos dijo que nos atenderían en el bar. Fue entonces cuando descubrimos que el único camarero que se encarga del bar, era también el que se encarga del hotel. Hay que decir que el chico que nos atendió era muy majo y nos recomendó algunos lugares para visitar en la zona.