Hotel Spa Niwa

En la vida hay que darse ciertos caprichos de vez en cuando, y este es uno de ellos.
A tan solo 45 mins de Madrid, entras en una realidad paralela de paz y tranquilidad, por el entorno (Brihuega) y el hotel. Es un pequeño gran Hotel, inspirado en el diseño japonés, y donde toda la experiencia es coherente con ese diseño. Paz y tranquilidad es lo que se respira en cada rincón.

Habitaciones amplias, decoración acorde al resto del hotel, y con flores frescas de su jardín, muchas. La cama, muy grande y confortable, te asegura un sueño reparador después de uno buen masaje.

El spa es pequeñito, pues tienen muy pocas habitaciones, pero perfectamente equipado. Sauna, baño Turco, piscinas activas, etc... pero lo más interesante son los masajes. Fieles al toque asiático, tienen masajistas Filipinas, que dan unos masajes increíbles. Yo me dí uno con miel, de la Alcarria, obviamente, y fueron 60 minutos de gozo y disfrute.

La idea es perfecta: hotel cuidado e íntimo (solo 10 habitaciones), un oasis de tranquilidad, el trato de Ana (la propietaria) y del resto de personal es impecable (atentos a todos los mínimos detalles) y lo mejor de todo, los masajes y tratamientos.

En nuestro caso fué una escapada fugaz desde Madrid (tardamos una hora en llegar): llegamos a las 7 de las tarde un viernes, nos dimos un masaje relajante de 1 hora, cenamos en la habitación (su carta es pequeña pero buena en calidad y precio: sandwiches y ensaladas y agua de botella gratis). Y al día siguiente desayuno completo con fruta variada, jamón/queso, tostadas con tomate y zumo de naranja, un circuito de spa de una hora y media y para finalizar un masaje con aceite de otra hora. Y vuelta a casa después de una experiencia excelente y totalmente relajados.

Los turistas a la hora de posicionarse o decidirse por un hotel u otro, acuden o deberían hacerlo en base a los valores añadidos que el mismo puede ofrecer. No solo buscar una cama confortable, una conexión WIFI que permita trabajar y conectarse a las redes sociales sin ningún tipo de corte o un desayuno aceptable que palie sus necesidades hasta la hora del almuerzo.

Estos turistas buscones, curiosos e indecisos en la mayoría de los casos observan esas pequeñas diferencias en las múltiples variantes de alojamientos de nuestra geografía.

Cierto es que el arraigo al precio/noche es un factor por el que muchos aún se fijan en el momento de consultar y efectuar sus pernoctaciones, pero dicho cociente debería ser exclusivo de los que nos dedicamos a analizar rentabilidades en base al PM,Rev Par, etc. Nunca algo que prive al cliente de nuestro producto.