Una situación envidiable
Acabamos en este hotel de 4 estrellas al finalizar nuestro recorrido por el Valle de Naeroy y disfrutar de las vistas, las carreteras y las cascadas que te vas encontrando por el camino.
Lo primero que llama la atención del hotel es la hospitalidad con la que te reciben, casi todos los hoteles de estas zonas rurales de noruegas son regentados por familias, así que no te extrañes si el padre te sirve el café, el hijo te hace el check in y la hija te limpia la habitación, esto por lo visto es lo más normal en la época estival y en estas zonas.
Recomiendo este hotel porque me parece el mejor punto de partida para visitar los fiordos y las montañas del oeste de Noruega.