Hotel Urbisol

Tuvimos la oportunidad de conocer este hotel hace apenas una semana con motivo de un boda. Está situado en las cercanías de Moià, a una hora escasa de Barcelona, en una zona predominantemente agrícola y poco explotada turísticamente. Ocupa el espacio de una antigua masía, remodelada y acondicionada para hacer del establecimiento un hotelito con encanto, ideal para parejitas y para quienes deseen desconectar. Son tan sólo once habitacions, en unas instalaciones modernas y de diseño actual.

La habitación, con una cama doble, nos pareció algo escueta, aunque bien equipada (me gustó la cafetera Nespresso) y con una terraza muy agradable. El baño es amplio y dorado de bañera de hidromasaje.

Somos una pareja de Barcelona que hemos pasado 3 días en este hotel. La ubicación, si buscas tranquilidad, es muy buena y la comida de lo mejor que conocemos.

El objetivo era no movernos en todo el fin de semana, o sea, que hemos pasado de la piscina al jacuzzi, del comedor a la habitación y así vuelta a empezar. El domingo por la mañana, y para acabar la estancia, nos dimos un masaje relajante (hemos salido nuevos). La habitación doble que ocupamos nos pareció algo justa, aunque por su decoración y equipamiento (TV, Internet Wifi, Jacuzzi) resulto agradable y cómoda. El trato correcto, sin agobios, a tu aire.

Ha sido un fin de semana genial y el hotel el escenario ideal: Tranquilidad y mejor comida, (aunque si te pasas con los extras lo notas en la cuenta ). Excelente habitación Suitte decorada con mucho gusto donde no falto el Jacuzzi repleto de espuma, petalos de rosas y una botella de cava, en fin…, el resto no es para contar.

Os lo recomendamos para pasar un par de días con la pareja (más puede ser agotador y caro, ya me entendéis). No está ni lejos ni cerca (somos de Barcelona y hay casi una hora de camino).
Un buen momento para disfrutar es al atardecer, en las terrazas con vistas a las montañas la relajación que se consigue, si además antes te han dado un buen masaje, es de ensueño.