Agradable y tranquilo
En la carretera hacia Belur, no lejos de Hassan, este hotel es un lugar tranquilo y cómodo. Nada más entrar en los jardines del hotel te ofrecen un bonito collar de flores y te acompañan a la recepción ubicada muy cerca del restaurante. Desde allí unos caminos conducen a las diferentes habitaciones. La nuestra estaba en una planta baja y nos sorprendió lo grande que era, con un techo muy alto todo de madera. La cama era cómoda y también las almohadas. Tiene aire acondicionado y ventilador, pero no mosquiteras por lo que te recuerdan que cierres las ventanas antes de las seis para evitar que entren mosquitos. En la parte trasera de la habitación había una amplia terraza de madera, perfecta para tomar un té de los que puedes preparar en la habitación.