La Villa de Canicosa de la Sierra es la...
La Villa de Canicosa de la Sierra es la típica población de la montaña burgalesa. Calles y paredes de gruesa piedra, en un entorno de pino albar. Con una población de menos de 500 habitantes sorprende la importancia de su iglesia parroquial. Su tipología es radicalmente distinta a los templos que por la zona pueden contemplarse. Esto es así porque es una construcción con rasgos visigodos.
La iglesia se encuentra muy cerca del río, a apenas cincuentas pasos de la Plaza Mayor, en pendiente. A pesar de ello la planta es plana. Se halla rodeada de una valla de piedra, de escasa altura. En agosto se colocan delante los pinos mayos, tres grandes y gruesos troncos que se sortean para sufragar los gastos de la fiesta de verano. La iglesia está compuesta por una sola nave, con una torre-campanario a un lado y un alto ábside redondo y con contrafuertes al otro. La nave tiene tejado a dos aguas, con escasa iluminación que le da aspecto románico aunque es una iglesia muy alta para dicho estilo.
Interiormente lo más destacado son las tallas existentes, pues su retablo es muy pequeño. Carece de capillas laterales, así como de fachada principal. La entrada se halla en el costado derecho, de cara a la calle, con una decoración clasicista. Lo más interesante se halla en la parte trasera de la iglesia, que da a varios praos. Por detrás se observan detalles decorativos de influencia visigoda, así como una losa incrustada en la puerta trasera con decoración celtíbera.
Sólo es visitable durante las bodas y misas. El resto del tiempo permanece cerrada. Destaca en toda la zona por su altura y por su estilo, pues aunque reformada en el siglo XVI conserva rasgos muy anteriores.
