Una iglesia con mucha historia y gran belleza
Es una obra arquitectónica diseñada y construida por los monjes franciscanos en el siglo XVI, les llevó alrededor de treinta años construirla.
Fue remodelada en los siglos XIX y en la primera mitad del siglo XX para quedar tal como la vemos hoy: la nave central, en la que predomina el blanco e imágenes de Jesús y de la Virgen María crea un ambiente casi cinematográfico. De hecho, entrar lentamente por el pasillo central es toda una experiencia de inmersión que se puede tener en otra iglesia.
Es una iglesia muy concurrida en especial los fines de semana cuando se celebran bodas y quinceañeras.